PARQUE ARQUEOLÓGICO DE SAN AGUSTIN

PARQUE ARQUEOLÓGICO DE SAN AGUSTIN
Templete funerario del monticulo nor-occdental de la mesita B, representa la imagen de un guerrero cuya deidad protectora es de aspecto antropozoomorfo

domingo, 9 de noviembre de 2014

La escultura


Los bloques en que fueron talladas son tobas volcánicas y andesitas lávicas, algunas de grandes dimensiones, hasta de más de cuatro metros de altura y de varias toneladas de peso. Con excepción de la vecina región de Tierradentro (Cauca) en ninguna otra zona de Colombia se presentan estos rasgos monumentales de la escultura y puede afirmarse, por consiguiente, que ellos están confinados al Alto Magdalena.
La estructura general del complejo arqueológico de San Agustín ofrece algunos rasgos muy característicos, como la homogeneidad de ciertos elementos y su continuidad a través de los distintos períodos evolutivos, lo que habla en favor de un parentesco cultural de los diferentes grupos que allí concurrían y de una larga tradición de los mismos, expresada en elementos indicativos como la cerámica y la industria lítica, como también en ciertos motivos representados en las esculturas, cuyas formas ancestrales se inician por lo menos en el siglo VII a. C. y persisten, al lado de otras posteriores, hasta el siglo XVI de nuestra era.
También la serpiente ocupa un papel preponderante en las representaciones escultóricas de San Agustín y en la fuente ceremonial de Lavapatas. Una estatua que se encuentra hoy en el parque arqueológico, en el llamado "Bosque de las Estatuas", presenta las manos dobladas sobre el pecho y éstas sostienen, de la cola y de la cabeza, una serpiente enrollada. Los elementos que caracterizan esta escultura permiten interpretarla como una Divinidad de las lluvias o como la representación de un sacerdote en el momento de invocar el espíritu de la deidad para que se pronuncie en favor del campo o de las cosechas.

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